Mujeres superpoderosas: María Escudero, una vida de éxitos sin límites (2da parte)
Sigo rindiendo homenaje a todas las mujeres superpoderosas. Sin más preámbulos, a continuación la segunda parte de la historia de María Escudero, una vida de éxitos sin límites.
A lo largo de mi vida, he tenido algo, cuando yo pongo algo en mi mente, voy para allá. Esa aventura me llevó a las empresas más importantes del país: Plumrose, PDVSA, organizaciones como la Alcaldía de Chacao. Siento que me ayudó siempre mi mente, el ser siempre positiva, tener la confianza de que lo voy a lograr. Y la vida me fue llevando.
Yo me emociono mucho con mis proyectos, eso me llena de endorfinas. Así me pasó con el libro, todo el mundo me decía:
-Estás loca, ¿Cómo vas a sacar un libro ahorita? ¿En papel glasé, a color, tapa dura? ¡Con la situación del país! ¿Qué te fumaste? ¡Estás en Venezuela!
Pero era tal mi pasión, que mi vista siempre estuvo fija en el horizonte y es para allá. Veo que he podido hacer realidad todos mis sueños, gracias al poder del pensamiento. Lo que no he logrado, es simplemente porque no me lo he planteado. Pero las cosas pequeñas o grandes, que me he propuesto las he logrado.
Un día, sin tener aún listo el libro, empecé a soñar con que iba a bautizarlo en Venecia, en la Basílica de San Marcos. Un día me llama mi yerno y me dice:
-Y yo le respondí: yo quiero un regalo, el regalo que quiero, es bautizar mi libro en Venecia. Y así fue. Yo siento que el entusiasmo, la emoción, las ganas te llevan a donde tú quieres llegar.
Sobre el éxito me he dado cuenta, que el dinero ayuda, pero no es el éxito en sí. El éxito es tu entorno, la gente, las personas que te quieren, con quien cuentas, disfrutar de lo que tengo. Somos afortunados de tener un techo, comida, tener la opción de ir a la playa o comernos un helado, de tener amigos.
La felicidad es estar en paz, en la serenidad, con la energía positiva de nuestros sueños, proyectos, al tiempo que disfrutamos serenamente de lo que tenemos. También somos más felices cuando nos desprendemos de los rencores, de la rabia, de las emociones negativas.
Cuando me quiero más, también soy más feliz y la clave está en descubrir que hay una serie de acciones que me roban la paz: cada vez que me engancho en hacer críticas a la gente que hace cola en el supermercado, la situación del país, el gobierno, ojo no lo apruebo tampoco lo acepto, pero no me engancho con la energía negativa. En cambio, cuando me enfoco en mis proyectos, todo me llega por añadidura, no me falta nada porque me abro a las opciones y disfruto de ellas, no me enrollo por lo que no hay.
El juzgar también me separa de la felicidad. La persona que ve a otra teniendo éxito y comienza a tener juicios: ese seguro está en malos pasos, ese seguro estafó a alguien, etc. Se desvía de su propia felicidad.
La paz la encuentro a través de la gratitud, todas las mañanas doy gracias por todo lo que tengo mi alrededor: la almohada, la cama, el paisaje a través de la ventana. Cada vez que me levanto doy gracias que tengo manos, me paro en el espejo y hablo conmigo, me elogio así amanezca bien despeinada.
Encuentro la paz en disfrutar el café de la mañana, en compartir con mis nietos, mis hijos. Valorar las cosas que tengo (pequeñas y grandes) todo eso me llena de paz, hasta los mensajes bonitos de los diferentes grupos de WhatsApp, y me doy cuenta que definitivamente que la paz no está en el tamaño de la cuenta bancaria, en el dinero.
Yo le recomiendo a todas las mujeres que tengan un plan de vida, un sueño, el sueño te da la pasión, esa pasión te llena de ilusión. Por ejemplo, sí tu sueño es hacer tortas, sabes que tienes pasión por las tortas cuando te acuestas y te levantas pensando en eso, te enfocas en buscar en internet nuevas recetas, nuevas forma de decorarlas y eso te llena de una energía tan divina, que eso atrae a los clientes, proveedores, oportunidades.
Así fue que llegué al libro, un día amanecí pensando que tengo más de 25 años en este camino del crecimiento personal, primero aprendiendo y después enseñando; en contacto con tantas mujeres, conociendo sus debilidades y fortalezas en tantas empresas.
Al mismo tiempo pensaba en la situación de país, que tiene a muchas mujeres como el avestruz, con la cabeza enterrada en la situación del país. Quise llevar a todas esas mujeres un mensaje de esperanza, que es la ilusión, es las ganas, es la pasión los que no lleva al éxito.
Es más, sí yo me voy el país mal, con un rollo, ese rollo me lo llevo intacto a Panamá, Chile, a donde vaya. En cambio, si me voy con ilusión, con ganas, puedo emprender esté donde esté, lograr los objetivos.
Quiero que la mujer que lo lea se sienta motivada, se sienta inspirada a ser
distinta y hacer cosas diferentes, a sufrir menos, a sentirse menos lastimada, a dejar la “pobrecita yo”
A punto de cumplir 71 años mi próximo sueño es ver mi libro a la venta en otros países. También deseo volver a mis raíces, a mi amada Guayana, a disfrutar y compartir con mi familia, acabo de pasar dos meses allá y logré sentir que me convierto en un impulso para la unión de todas las hermanas, sobrinos, cuñados.
Me di cuenta que mi trabajo lo puedo hacer desde cualquier lugar, me dije: ¿Para cuándo vas a dejar el venirte a Guayana y disfrutar esto? Disfrutar de esa unión familiar, de todos los días inventar alguna excusa para compartir un hervido, una parrilla, para celebrar.
María Escudero definitivamente es una mujer superpoderosa, a lo largo de sus 70 años ha demostrado ser una mujer con éxitos sin límites. María ha tenido una vida plena, y nos muestra con su ejemplo que mujeres de éxitos somos todas, sin importar de dónde venimos ni lo que pase en nuestro entorno.
Por: Bárbara IzquierdoCEO y creadora de: Bi ConsultoresCoach, Conferencista, EmpresariaLibros publicados: El balcón de tus sueñosEl cometa saltarín (cuento infantil)Instagram: @BarbaraIzquierdoCoachFacebook: Barbara Izquierdo CoachYouTube: Barbara Izquierdo CoachTwitter: @CelebrityCoach1
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