El arte de comunicarse efectivamente
La Comunicación según el diccionario de la
enciclopedia Encarta parte del latín communicatĭo, -ōnis). como la
acción y efecto de comunicar o comunicarse. También se refiere al trato, correspondencia entre dos o más
personas y a la transmisión de señales mediante un código común al emisor y al
receptor.
Esto es muy sencillo para otras
especies, pero en la humana el proceso es un poco más complejo, pues le
añade color el lenguaje corporal, las vivencias personales, las expectativas,
experiencias individuales. Por ello es necesario complementar con conceptos
como efectividad
o eficacia. (Del lat. efficacĭa). Que es la capacidad de
lograr el efecto que se desea o se espera.
El arte de comunicarse efectivamente va mas allá, requiere un esfuerzo adicional y es por eso que las personas que logran desarrollar un eficaz sistema para conectarse con el otro tendrán una ventaja competitiva y lo llevara a tener una mejor manera de relacionarse en lo personal y laboral.
En
lo personal, unos de mis autores favoritos en este tema es Stephen Covey, quien
en su libro los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, dedica todo un capítulo
a esta materia, al que titula Procure primero comprender, después ser
entendido (hábito 5). En él explica ampliamente que para ser
efectivos en nuestra comunicación debemos colocar mayor energía en escuchar de
forma tal que comprendamos real y profundamente a la otra persona, y destaca
que esta escucha debe hacerse en los
términos de su propio marco de referencia individual.
En
nuestra cultura latina esto representa todo un reto. Somos muy dados a escuchar
y a dar consejos, que muchas veces no nos han pedido, desde nuestras
experiencias, desde nuestras emociones imponiendo nuestra manera de ver el
mundo a nuestro interlocutor. Se ve claramente en amigos que opinan en la vida
sentimental de sus pares, casi ordenando como deben actuar en una situación,
desde el esquema de sus vivencias, muchas llenas de generalizaciones del tipo:
todos los hombres, todas las mujeres son iguales!
Covey
señala que este es un error básico, pues filtrar lo que escuchamos a través de nuestros propios paradigmas, nos
lleva a tomar posiciones a la hora de oír
en los siguientes cuatro niveles:
· Ignorando: no
se escucha en absoluto, este caso suele darse cuando estamos aparentando
escuchar, pero estamos tan absortos en nuestros propios pensamientos que nos
perdemos por completo en los laberintos de nuestra mente, y se dá el caso en el
que nuestro interlocutor necesita traernos “a tierra” llamando nuestra atención
cambiando el tono de la voz, con ligero toque en el hombro o la mano, en
algunos casos reiteradas veces, hasta que logramos salir de nuestro “trance”.
Posteriormente, la otra persona necesita repetir de nuevo todo lo previamente
relatado.
· Fingiendo:
“sí”, “ya”, “OK”, “aja” En este caso, muchas veces comenzamos prestando
la atención necesaria, pero nuestros
pensamientos nos desconectan parcialmente y en alguna parte de nuestro ser,
sentimos el compromiso de “aparentar” que estamos escuchando, por ello se
disparan respuestas verbales automáticas, que normalmente consisten en breves
interjecciones que frecuentemente van acompañadas de algún movimiento corporal,
como asentir con la cabeza. El ejemplo típico de esta situación, es cuando un
miembro de la familia está viendo televisión y el otro (menor de edad) le
pregunta algo como: me prestas el carro; quien está viendo su programa
automáticamente responde un “ajá” obviamente no consiente de lo que está
permitiendo.
· Escucha
selectiva: oyendo solo parcialmente. De esta forma escuchamos
largos discursos, algunas clases, los niños escuchan los largos sermones de sus
padres. En este tipo de escucha estamos en dos aguas, vamos y venimos a nuestra
mente a ratos, cuando sentimos que hay
una palabra que nos llama la atención pisamos tierra y cuando el discurso o la
historia se vuelven monótonas nuestra mente se escapa en la fantasía, en
juicios, diálogos internos, etc. De allí una frase muy popular que suele decir:
“escuchas lo que te conviene”
· Escucha
atenta: Este tipo de escucha necesita un esfuerzo adicional cuando
la persona no es un buen oyente de manera natural. Afortunadamente, hoy día
existe cualquier cantidad de técnicas y recursos (talleres, cursos, libros,
seminarios, coach) que podemos emplear para, de manera consiente, ejercitarnos
hasta lograr una total atención y concentrándonos en lo que escuchamos, alineando
nuestros oídos, nuestros ojos, nuestro corazón y nuestra mente con la de la otra
persona, para descifrar desde su perspectiva lo que nos plantea. De esta manera
podemos mejorar nuestras relaciones personales y laborales llevándolas a un
nuevo nivel.
Así que para escuchar efectivamente lo primero que debemos
hacer es desconectar nuestro interlocutor interno, todos nuestros juicios,
todas las suposiciones, matizar nuestras emociones, pues todo esto nos desenfoca del marco de
referencia de la otra persona, nos impide establecer una conexión efectiva con
ella, comprendiendo su paradigma y lo que siente. Se trata de escuchar mas allá
de las palabras, de seguir la danza de su lenguaje corporal para entender lo
que verbalmente no es expresado, se busca entender sus emociones y desenmarañar
lo subjetivo de lo objetivo.
Cuando practicamos este tipo de escucha
llegamos a la esencia de la comunicación efectiva, que consiste en comprender profunda y
completamente a la otra persona tanto su ser emocional como su parte intelectual,
escuchando con los ojos, el oído, el corazón y con el alma, para integrar el
mensaje en un todo. De esta forma, dice Covey, se escucha la conducta y se
utilizan los dos hemisferios cerebrales.
Finalmente,
Lair Ribeiro lo expresa muy bien, cuando ser refiere a este tema diciendo que:
“quien
controla la conversación no es quien habla, sino quien escucha”.
El
impacto de estas técnicas es tal, que hoy día la bibliografía del tema es bien
extensa, se desarrollan alrededor del mundo talleres y seminarios para ayudar a
las parejas, jóvenes, familias y trabajadores a conectarse de manera mas
efectiva y a impulsar el éxito en sus vidas a través de estas herramientas.
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